Análisis de Goat Simulator 3: haciendo el cabra por partida triple

BAAAaaaaaaa… perdón, quería decir Coffee Stain North lo ha vuelto a hacer. La gente alucina con los gráficos y los extensos mapeados de Flight Simulator, se vuelven pilotos expertos en Assetto Corsa o se convierten en máquinas de gestión de recursos y dirección de granjas en Farming Simulator y así una lista interminable de simuladores que te permiten ponerte en diferentes papeles y situaciones, pero uno, solamente uno (bueno dos si contamos la primera parte) te deja encarnar al ser definitivo, la personificación de la libertad y el caos, el ser supremo… y ese es El Simulador De Cabra 3 (Goat Simulator 3).

La cabra, la cabra...

Si ya jugaste a la primera entrega de Goat Simulator, sabrás a lo que atenerte en esta segunda parte, lo del 3 es la primera de muchísimas bromas que encontraremos en este título, pero a diferencia con el título original, esta vez tendremos una suerte de historia o hilo conductor que podremos seguir o no.

Empezamos siendo transportados en un carro con otras cabras al lado para enseguida darnos cuenta que es una referencia al inicio de Skyrim cuando nos llevan a Helgen, la cual será la primera de un sin fin de referencias a otros videojuegos, cine, personajes famosos e incluso asuntos políticos y sociales. Dicho esto, cuanto nos bajemos del carro ya nos soltaran en el mundo (un mundo abierto de tamaño considerable) y seremos libres de pastar y desatar el caos a nuestra anchas, pero si nos fijamos en la parte superior derecha de la pantalla veremos que tenemos una serie de misiones e instintos que de algún modo pueden hacernos llevar nuestra aventura de un modo relativamente ordenado, empezando por seguir la pequeña guía del granjero, que nos hará mirar a una torre para cabras (otra clara referencia esta vez hacia Assassins Creed y las atalayas) la cual si decidimos acercarnos se desbloqueará y nos desvelará parte del mapa con sus puntos de interés y eventos a la vez que nos invitarán a entrar para  descubrir que en realidad la torre es un Cabrastillo, en el que iremos ampliando y desbloqueando zonas según avancemos en la trama y vayamos recogiendo coleccionables.

Un amplio mapa por recorrer

Indiferentemente del camino que decidamos seguir, nos encontraremos ante un mapa muy variado en zonas, desde bosques, granjas, pueblos una gran ciudad y diferentes puntos monumentales o de interés aunque siempre con la misma premisa: se irán desbloqueando eventos en los que tendremos que hacer diferentes cosas como arrancar una casa con una grúa (no lo dije todavía, pero sí podemos conducir los distintos tipos de vehículos que estarán dando vueltas por el mapa), arrastrar cosas con nuestra lengua y llevarlos a puntos concretos, emprenderla a cabezazos con el entorno y las clásicas pruebas de plataformas, de igual forma iremos encontrando una serie de trofeos coleccionables, con los cuales iremos sumando puntos de karma que más tarde podremos gastar para desbloquear nuevos cosméticos para nuestra preciada cabra, algunos de ellos brindando habilidades como poder planear, super turbo y por supuesto llevar una anciana en mecedora con un lanza pelotas para ir derribando npcs a distancia; además de poder desbloquear otro tipo de criaturas como un tiburón en monopatín, que aunque cambia un poco el modo de control y físicas el estilo de juego será básicamente lo mismo.

Como ya era habitual desde el origen de Goat Simulator usa a su favor la exageración y el exceso en el uso de físicas y la explotación de bugs o fallos para generar situaciones impredecibles e incontrolables, algo que en ciertos momentos puede volverse frustrante cuando intentas conseguir algo en concreto pero nada responde como necesitas.

Una cosa que no me ha gustado demasiado es que nuestros actos no tienen consecuencias más allá del caos momentáneo, no generaremos ningún cambio sustancial en el entorno y los npcs no reaccionarán de manera diferente ante nuestra presencia,  y hagas lo que hagas a no ser que toques algo que te catapulte fuera del mapa podrás seguir incombustiblemente sin miedo a obtener un resultado desfavorable, al igual que en las misiones no hay manera de fallar y tener que repetir, simplemente sigues intentándolo hasta que lo consigas.

Este título viene con un modo multijugador tanto a pantalla partida como online, pero es una pena que no tenga matchmarking, por lo que no he podido probarlo, pero intuyo que en compañía de otra cabra pueden surgir momentos muy épicos y memorables. 

Conclusiones finales

En resumen: Goat Simulator 3 no se toma en serio a sí mismo, tampoco tendría sentido que lo hiciera, ya que originariamente el juego comenzó como una broma interna en Coffe Stain Studios (el meme hecho carne (de cabra(diabólica))) y el que instale GOAT 3 probablemente sabe a lo que atenerse (disfrutar de los placeres de ser una cabra) a un juego para echar el rato, sin demasiadas pretensiones, perfecto si no tienes mucho tiempo y quieres echar unas risas desestresantes o para cuando te juntes con un par de amigos en el salón de casa hacer el burro, perdón la cabra, durante una noche de risas y hacerlo todo polvo o hacer uso de los minijuegos repartidos por el mapa, sin más objetivos, aunque el añadido de meter misiones y un hilo conductor le da un enfoque que invita más a explorar y ver descubrir que pasará a continuación que en su título antecesor. 

Si quieres sentir lo que es ser una cabra, no lo dudes, prueba Goat Simulator 3, el simulador de cabra definitivo (ojalá algún día en VR).

Lo mejor

  • Humor desde el minuto 0.
  • Un mundo más grande y variado que la primera entrega.
  • Llevas una cabra.
  • Haces cosas de cabras.
  • Tiene campaña.

Lo peor

  • La música es extremadamente repetitiva.
  • Cuando llevas 5 o 6 horas no hay mucho más partido que sacarle.

Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga para PC facilitado por Plaion.

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