Análisis de Outward: vuelve el mejor RPG de la vieja escuela

Los videojuegos de mundo abierto están cada vez más a la orden del día en la industria. Míticas sagas como Zelda incluso se han atrevido a introducir este concepto en su última entrega, con unos resultados que le valieron para ser considerado como el mejor juego del año o GOTY. El género RPG ha ido adaptando su propuesta jugable a las nuevas generaciones, que ya no tienen ni tanto tiempo ni tanto amor por el género como para pasarse horas y horas delante de la pantalla. Hoy os traemos el análisis de Outward, sin duda uno de los videojuegos tapados del 2019. Directamente desde nuestro micrófono Kaliope os “radiamos” todos los detalles.

Una historia normal y corriente

El primer punto a detallar en nuestro análisis de Outward es la historia. Nos pondremos en la piel de un habitante normal y corriente, como podríamos ser nosotros mismos en la actualidad. No somos ni el más fuerte, ni el más legendario ni el más valiente de entre todos los hombres del universo. Simplemente somos un habitante más. Sobreviviremos de forma sorprendente al naufragio de un barco y a partir de ese momento se abre ante nosotros un mundo repleto de posibilidades. En otros videojuegos de corte similar como puedan ser Skyrim tendremos una serie de misiones principales que irán guiando la historia. En el caso de Outward no tendremos un camino definido y dependerá de nuestras propias elecciones que la historia avance en un sentido u otro. Deberemos hacer frente a una deuda por la que seremos perseguidos si no conseguimos saldarla en los cinco días siguientes.

Supervivencia y rol por los cuatro costados

El principal punto a destacar en nuestro análisis de Outward es la jugabilidad que nos ofrece el título. Como ya hemos comentado, no tendremos misiones principales que ir cumplimentando, sino que nos iremos encontrando con una serie de tareas secundarias a cumplimentar según vayamos recorriendo todas las zonas del extensísimo mapeado. Outward no es un juego de rol más, sino que añade toques de supervivencia pura y dura como si del Ark Evolved se tratase. Tendremos que estar atentos y alimentar, dar de beber y evitar que contraiga enfermedades a nuestro personaje protagonista. Además, también será parte fundamental el crafteo, podremos crear armas y objetos con los que hacer más llevadera nuestra experiencia de juego. Aunque no pasa nada si “morimos”, ya que al igual que ocurre en Skyrim reapareceremos en algún otro lugar.

Por otra parte, la magia no funciona sin más como pueda suceder en otros videojuegos como Diablo o Baldur’s Gate, sino que requerirá del poder mágico (poder también tiene nuestro teclado Thanatos) y del estudio de la alquimia y de las pociones así como cierta investigación de la materia para conseguir unos hechizos potentes y contundentes.

El combate sin embargo nos ha parecido uno de los elementos que más flojea tras llevar a cabo el análisis de Outward. Los movimientos no son todo lo fluidos que podrían llegar a ser y la cámara no nos sitúa correctamente en múltiples ocasiones, provocando que se pierda ese frenetismo y esa sensación de estar dentro del propio juego. Se pierde el dinamismo y la acción que deberían ir de la mano de cada enfrentamiento. Aunque bien es cierto que poder preparar el terreno (aunque para terreno nuestra alfombrilla Nemesis XL) antes de empezar los enfrentamiento colocando trampas para nuestros adversarios, es un elemento innovador.

Un apartado gráfico que cumple con una banda sonora que enamora

El apartado gráfico es uno de los puntos más “a mejorar” de nuestro análisis de Outward. Los gráficos cumplen, pero no están a la altura de una generación de videojuegos que ya está en los 4K (nuestro monitor Icarus 4K puede mover esas resoluciones) e incluso los 8K. Aunque bien es cierto que en este tipo de videojuegos no importa tanto el apartado gráfico, solo tenemos que fijarnos en títulos como World of Warcraft, que sigue manteniendo esos mismos gráficos con los que comenzó, o incluso títulos como League of Legends o Fortnite. La banda sonora, sin embargo, tienes toques épicos y maravillosos que harán que las canciones se queden en nuestra cabeza y en nuestros oídos (sobretodo si escuchamos con los auriculares Hydra) durante todo el día.

En cooperativo es mejor

Podremos jugar a Outward en cooperativo con un amigo, ya sea en el modo local a pantalla partida o en línea con quien queramos. Sin duda la experiencia a cuatro manos es mejor que recorrer este inmenso mundo en solitario. Podremos encontrar a nuestro compañero mediante una brújula, pero tampoco podremos alejarnos mucho, ya que es condición indispensable para jugar al modo mutlijugador estar ambos jugadores dentro de la misma área. Este modo de juego será más difícil, ya que los enemigos serán más fuertes e incluso recibirán apoyo en el combate.

Lo mejor

  • Una banda sonora difícil de olvidar
  • Mezcla de RPG y supervivencia
  • Cooperativo local y online

Lo peor

  • El apartado gráfico
  • Los combates

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